¡Hola Gatt! ¿Cómo describirías tu libro “Una historia tóxica”? Como un diario, un testimonio gráfico en primera persona de lo que viví durante unos años cuando estaba con mi expareja con la que sufrí violencia psicológica. Es una invitación a ponerse en mi piel de entonces.
Me has contado que -más que como acto terapéutico- hiciste este libro para contar a tu familia y amigxs los pormenores de tu relación, de manera que pudieran entender lo que viviste y cómo te sentías… Lo primero que hice cuando al fin conseguí salir de esa relación fue intentar contarle a mi familia y amigxs lo que había pasado, pero enseguida me di cuenta de que no lograba explicarles la movida en su conjunto. No conseguía explicar claramente las sensaciones o situaciones por las que había pasado, ni por qué ni cómo se producían… y además olvidaba decir cosas. Al tratarse de algo psicológico me era muy difícil describir lo que viví porque es algo emocional, instintivo. Fue esta frustración la que me impulsó a crear una especie de recopilatorio de anécdotas, frases, mensajes, todo lo que me había hecho sentir que la relación no iba bien. Así que para que se entendiera mejor lo junté todo en un libro, y para hacerlo ameno de leer intenté cuidar mucho del formato y de la interacción del lector/a con las páginas para generar identificación y empatía.

Agathe Pias sobre la hierba. Foto: Lucas Culebra

Imagen del Libro “Una historia Tóxica” de Agathe Pias
¿Qué o quiénes contribuyeron para que comprendieras que estabas viviendo una relación tóxica? Lo que me salvó fue irme a vivir a otra ciudad. Tuvimos que vivir separadxs por temas de trabajo, así que empecé a pensar, pensar y pensar. Recuerdo una frase que me decía a mí misma todas las mañanas en la ducha: “Imagina lo tranquila que estarías ahora si no tuvieras que ir a verle el finde”. Con la distancia tenía mucho espacio y tiempo para reflexionar sobre cómo me sentía, y después de unos tres meses tomé la decisión de cortar con él. Realmente fue un proceso muy solitario porque no se lo había comentado a nadie de mi entorno, hasta que lo dejé y empecé a contárselo a todo el mundo. Ahí me di cuenta de que una de mis mejores amigas había pasado por lo mismo al mismo tiempo, y siempre que lo contaba me daba cuenta de que alguien había vivido algo similar. También leía mucho para intentar entender por qué había aceptado tantas cosas y por qué me había quedado. Pero eso ya sería un tema de tesis…
En el libro empleas una variedad de recursos gráficos que incluyen transparencias. Inicialmente el formato me parecía una invitación al juego hasta que -como lector- descubrí la brutalidad del relato. ¿Cómo creaste ese contraste entre el juego visual que invita a la lectura y el dolor de la experiencia narrada?Me parecía importante que el/la lector/a pudiera ponerse en mi lugar y ver la situación a través de mis ojos con ese juego de transparencias. Las páginas transparentes actúan como unas “gafas” que puedes poner encima de la imagen aparentemente normal, como una capa emocional añadida. Muchas veces estos relatos son muy duros de leer y quería aportar algo más, que la persona que lo leyera tuviera una interacción real con el formato. Creo que el contraste es lo que nos define como personas, por lo tanto quería incluir ese componente en la edición y volver el relato más ameno de leer y que la gente sintiera conexión con lo que cuento.
La historia no está contada de manera lineal, sino que las páginas muestran -en desorden aparente- diversos episodios de manipulación. ¿Por qué optaste por esa narrativa donde no importa tanto la secuencia del relato? Sencillamente porque el recuerdo que tengo de todo no es lineal. Era un cúmulo de situaciones incómodas, momentos puntuales, punzantes que se repetían de vez en cuando y se iban acumulando. Irrumpían de manera muy sutil, parecía que todo iba bien cuando de repente a él le parecía mal alguna cosa, entraba en crisis y se obsesionaba con algo hasta convencerme de que yo lo estaba haciendo mal.

Imagen del Libro “Una historia Tóxica” de Agathe Pias

Imagen del Libro “Una historia Tóxica” de Agathe Pias

Imagen del Libro “Una historia Tóxica” de Agathe Pias
Dices que hay personas que después de leer tu libro se acercan a ti y te cuentan sus propias experiencias… Recuerdo que cuando fui a mi primera feria de autoedición (el Pichi Fest de Madrid) llevé unos quince ejemplares para ver si le interesaba a alguien. Solamente llevaba eso y se vendieron súper bien, fue una experiencia muy bonita porque me di cuenta de que a la gente que lo compraba le apetecía compartir su propia experiencia conmigo, preguntarme cosas sobre la relación y cómo salí, empezar un diálogo. Creo que al abrir las puertas de mi intimidad e invitar a la gente a entrar sienten que es un espacio de confianza en el que se pueden abrir también. Es como un “tú me das, yo te doy”. Muchísima gente ha vivido lo mismo y no es algo de lo que se suela hablar demasiado, es un proceso casi solitario, así que si contribuyo a que se compartan las historias personales, no puedo estar más contenta.
Tu padre es editor. ¿En qué ha consistido su trabajo como editor? ¿En qué tipo de libros ha trabajado?¿Crees que su “manera de hacer” ha influido en la concepción de tu libro y en tus inquietudes artísticas? Él se encargaba de llevar a cabo la fabricación de lo que llamamos en Francia los “Beaux Livres” (“Bellos Libros”). Son libros de gran formato impresos en papel de calidad con fotografías y/o ilustraciones a toda página. Son libros para contemplar, bien hechos. Lo que hacía mi padre era parte de la maquetación, elección del papel, de la imprenta, básicamente se encargaba de que el producto final saliera lo mejor posible. Siempre se traía unos ejemplares a casa, ¡hay una cantidad indecente de estanterías llenas! Aparte de su trabajo, mis padres siempre han leído muchísimo, tanto novelas como cómics. Y claro, supongo que con este panorama crecí con el gusto por los libros, la composición, los colores… y un poco del perfeccionismo heredado de él.
Naciste en París. ¿Qué te trajo a Valencia?¿Cuál es tu trabajo actual? ¿En qué consiste tu obra gráfica? Viví en París hasta los 18 años y me fui a Nancy (noreste de Francia) para estudiar una Licenciatura en Publicidad y Comunicación. Para el tercer año me vine a Valencia de Erasmus y me di cuenta de que lo creativo me atraía más y no quería volver a Francia aún, así que decidí empezar la carrera de Bellas Artes en Madrid. Volví a Valencia para hacer el máster en Producción Artística de la UPV y en ello sigo. Trabajo a la vez de becaria en el Laboratorio de Recursos Media de la facultad y estoy preparándome para el doctorado. Mi obra actual es sobre todo ilustración, serigrafía, diseño gráfico y animación. ¡Un buen mejunje!
Planeas hacer una segunda parte del libro. ¿De qué tratará? Como ya comentamos antes, la gente se acerca a preguntarme cosas sobre el después y el porqué. Por ejemplo: “¿Cómo lo superaste?, ¿Te quedan traumas?, ¿Por qué conviviste tanto tiempo?, ¿Cómo te diste cuenta?”. Creo que el foco muchas veces está puesto en identificar relaciones tóxicas, pero no tanto en cómo gestionar el después de haberla vivido. Teniendo en cuenta que mucha gente lo ha vivido y ha tenido que buscarse la vida para superarlo y curarse las heridas, quiero compartir mi experiencia en este aspecto, e incluir partes de conversaciones o testimonios que he tenido con amigas. También tendrá juegos visuales, pero será distinto al primero. ¡Ahora sólo me falta sacar tiempo y ponerme a ello!

Imagen del Libro “Una historia Tóxica” de Agathe Pias

Imagen del Libro “Una historia Tóxica” de Agathe Pias

Imagen del Libro “Una historia Tóxica” de Agathe Pias