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NO PHOTOS

Seis fotógrafos jóvenes reflexionan sobre la fotografía analógica en la sociedad digital. Todos son estudiantes de la EASD de Valencia. Es táctil y real. Hace que te detengas y pienses antes actuar. Tiene más textura y te provoca tocarla. Te hace pensar en profundidad y crear proyectos significativos. Requiere paciencia y te permite apreciar los momentos lentos de la vida. Es cruda y honesta; no pretende ser otra cosa y no te miente. Lo que ves es lo que obtienes. Es única en su género, insustituible e irrepetible.

Tiene una cualidad de atemporalidad y eternidad; asegura al espectador su permanencia y le da una sensación de estabilidad. Celebra todos los defectos y fallos y valora los errores en este mundo hermoso pero imperfecto. Es la auténtica prueba del instante pasado, es la prueba del ahora y será la prueba del futuro. Es historia y el origen de la congelación de los fragmentos del tiempo. Es lo opuesto al mundo digital, artificial y acelerado, lo opuesto a la vida diaria saturada de información interminable, de palabras, vídeos y fotografías. Tiene una cierta cualidad mágica, ya que ha sido creada prácticamente de la nada por las manos del creador. Evoca con nostalgia un mundo más lento y sencillo, despertando el deseo de volver atrás, al pasado, a la historia. Ha llegado para quedarse y se llama fotografía analógica.

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Grecia. Foto: © María Varo

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Grecia. Foto: © María Varo

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Grecia. Foto: © María Varo

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Grecia. Foto: © María Varo

María Varo, 21 años. Valencia / @munv.art / @munvar / munvar.es

La creatividad siempre ha sido parte de la vida cotidiana de María. Su abuela pintaba y cosía. Con unos abuelos que viven en la montaña y otros en el mar, tiene una estrecha conexión con la naturaleza. Le encanta la relación entre la imagen y la música y a menudo crea fotos para músicos y bandas. Le gusta el mar.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la fotografía y a dónde crees que te llevará este medio en el futuro? Creo que llevo haciendo fotos unos siete u ocho años. De forma más seria quizá cuatro o cinco. Uso la foto analógica como una herramienta para guardar momentos y memorias, clasifico casi todas mis fotos. Me inclino por hacer proyectos de autor que requieren cierta construcción, con un mensaje claro.

¿Hubo un momento o alguna obra de arte que te convenció para dedicarte a la fotografía? No puedo decir que un artista o una obra hayan despertado mi interés por la fotografía, pero ahora hay muchos que moldean e inspiran mi viaje fotográfico. Minor White, por ejemplo, es mi inspiración para la fotografía abstracta. También me gusta Alessandra Sanguinetti porque tiene fotos muy íntimas y humanas. Y Luigi Ghirri, por sus composiciones y colores fascinantes.

¿Qué características importantes de tu personalidad te definen como artista? Soy sensible y curiosa. Deseo experimentar, investigar y probar cosas diferentes. Y siempre me aseguro de que mi trabajo incluya emociones y sentimientos fuertes.

Describe las sensaciones que relacionas con la fotografía analógica. En tu opinión, ¿en qué se distingue de la fotografía digital? ¿Por qué crees que la fotografía analógica tiene tanto atractivo hoy en día? Creo que fotografía analógica es más real, cercana, humana y orgánica, menos virtual. Hace que las fotos sean mágicas y especiales, y también tiene un punto antiguo, la emoción de mirar al pasado. Es todo lo contrario a la globalidad y saturación de imágenes de la fotografía digital.

¿Qué evento o experiencia única o importante en tu vida te hizo ser quien eres hoy? Diría que, sobre todo, mi situación en casa. Mis padres están separados y viví siempre con mi madre y hermana pequeña. Mi madre tiene fibromialgia y ha pasado un cáncer, y yo diría que a causa de los momentos bastante duros y las responsabilidades que tuve, ahora soy más sensible a las cosas, veo y entiendo la vida de otra manera.

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Grecia. Foto: © María Varo

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Grecia. Foto: © María Varo

Cuéntame el qué, el cómo y el porqué de tu proyecto. Me gusta el proyecto que hice en Grecia. Con una beca que conseguí, mi madre, mi abuela, mi hermana y yo fuimos a Grecia a celebrar el 80 cumpleaños de mi abuela. Este proyecto no fue planeado, fue muy orgánico y espontáneo, y las fotos también fueron un regalo para mi abuela. Son un hermoso recuerdo de ese viaje. ¿Qué emociones quieres que el espectador experimente al ver tu obra? No puedo decir exactamente qué sentimientos o emociones quiero transmitir con mi trabajo, pero quiero que el espectador se haga preguntas e intente entender las fotos a través de su perspectiva. ¿Podrías describir tu proceso mental en la construcción de un proyecto? Todo empieza en mis libretas. Soy una loca de las libretas y tengo una donde voy apuntando ideas, conceptos o cosas que me gustan. Entonces tengo todo ya apuntado y de vez en cuando lo miro, y si algún concepto me cuadra en ese momento lo saco de la libreta e investigo sobre dicho tema.

Nombra un animal espiritual, un carrete que te describa y tu tema favorito. Un roedor chiquitito que corre y lo investiga todo. Me gusta Kodak 400, Kodak Portra y Cinestil 800t para momentos especiales. Normalmente trato temas sensoriales y sensibles, me gusta explorar cosas que hablan de la memoria, del tiempo, de la identidad. También me gusta explorar temas sociales pero de una manera sutil e indirecta.

¿Qué te inspira? ¿Qué expresas con tu trabajo fotográfico: tu mundo interior o tu entorno? Busco la inspiración en todas partes. En una revista de mi abuela, en una postal en el suelo, en la vida cotidiana, en cosas con las que tropiezo, en fin, depende. Diría que gran parte de mi trabajo proviene del análisis personal y del análisis que hago de mis fotografías una vez realizadas.


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En casa de Carles Ballester. Foto: Pia Hočevar

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Carles Ballester. Foto: Pia Hočevar

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Peso de la memoria. Proyecto: Carles Ballester.

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Peso de la memoria. Proyecto: Carles Ballester.

Carles Ballester, 22 años. Alcudia de Crespins / @ carleset / carleset.es

Carles es el pequeño de seis hermanos en una familia de creativos. Le interesa el mundo de la imagen desde que tiene memoria. Dudaba entre estudiar moda o fotografía. Siempre ha disfrutado haciendo fotos y retocándolas.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la fotografía y a dónde crees que te llevará este medio en el futuro? La verdad es que no sé exactamente dónde nació mi amor por la fotografía. Vengo de una familia grande y muy creativa de siete miembros: una hermana estudia bellas artes, otra diseño y mi padre era pintor. Mi hermano es informático, así que crecí rodeado de una mezcla de cosas. Siempre quise estudiar algo artístico y creativo, y encontré la EASD y decidí matricularme en fotografía. Me inicié en la adolescencia, tomando fotos de amigos y experimentando con la edición de imágenes.

Describe las sensaciones que relacionas con la fotografía analógica. En tu opinión, ¿en qué se distingue de la fotografía digital? La fotografía analógica transmite sensaciones de pervivencia. Es algo más físico porque literalmente capturas la luz en la película, mientras que las imágenes digitales son sólo una serie de números escritos en una tarjeta SD.

¿Por qué crees que la fotografía analógica tiene tanto atractivo hoy en día? La gente desconfía de las imágenes digitales porque pueden ser modificadas. La fotografía analógica -con todos sus fallos- es segura, sincera y auténtica. En ese sentido, la foto analógica es “la verdad”. Creo que la gente busca un momento de autenticidad en medio de una avalancha de pantallas.

¿Qué características importantes de tu personalidad te definen como artista? Todavía no tengo un estilo artístico muy definido, pero me inclino por los temas relacionados con la familia y la memoria. Soy muy curioso por naturaleza, siempre hago preguntas, ¿quién es?, ¿qué es?… y creo que eso influye mucho en mi forma de trabajar.

¿Qué evento o experiencia única o importante en tu vida te hizo ser quien eres hoy? Soy quien soy gracias a mi familia. Al ser un niño pequeño de una familia grande sin padre ni la típica figura paterna, he ido absorbiendo cositas de cada familiar. Saqué la parte artística de mi hermana, la parte racional de mi hermano, la parte directa, sincera y objetiva de mi madre, la parte cariñosa de mi madre y mi tía, que es como una segunda madre para mí. Es un constante proceso de absorción de esencias.

¿Hubo un momento o alguna obra de arte que te convenció para dedicarte a la fotografía? No hay una obra en concreto que haya influido en mi viaje fotográfico. Creo que lo que determina mi proceso de pensamiento es mi amor por la historia del arte. Por eso diría que no soy tan experimental, prefiero el enfoque clásico de la fotografía.

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Peso de la memoria. Proyecto: Carles Ballester.

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Peso de la memoria. Proyecto: Carles Ballester.

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Peso de la memoria. Proyecto: Carles Ballester.

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Peso de la memoria. Proyecto: Carles Ballester.

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Peso de la memoria. Proyecto: Carles Ballester.

 Cuéntame el qué, el cómo y el porqué de tu proyecto. Empecé el “Peso de la memoria” en la cuarentena. Mientras buscaba por mi casa encontré cajas de fotos antiguas. Pregunté a mi familia quiénes eran las personas de las fotos y resultó que, en su mayoría, no sabemos. Empecé a preguntarme por qué olvidamos con tanta facilidad.

¿Qué emociones quieres que el espectador experimente al ver tu obra? Quiero que el espectador empiece a hacerse preguntas. ¿Por qué las personas son olvidadas tan fácilmente y casi borradas de la memoria y de nuestra historia? El espectador debería reflexionar sobre su propia memoria e historia familiar y empezar a hacerse preguntas.

¿Podrías describir tu proceso mental en la construcción de un proyecto? Empiezo por recopilar todos los elementos que pueden ayudarme a desarrollar una idea o un proyecto. Recopilo fotos, mensajes, texturas, información, todo lo que pueda ser útil durante esta etapa. Luego descarto cosas y empiezo a hacer configuraciones y a conectar diferentes elementos. Por ejemplo, esta composición con esa textura, o esta imagen con ese mensaje… Experimento mucho durante el proceso y de ese caos suele salir algo interesante.

Nombra un animal espiritual, un carrete que te describa y tu tema favorito. Mi animal espiritual es, por supuesto, el gato. Toda mi familia los tiene y estamos un poco obsesionados con este animal. Mi carrete favorito es Portra 400 porque con esta película puedo conseguir una imagen realmente atractiva. Cuando mi medio principal es la fotografía, mis temas favoritos son el hogar y la familia. También me encanta investigar temas relacionados con la historia. ¿Qué te inspira? ¿Qué expresas con tu trabajo fotográfico: tu mundo interior o tu entorno? A menudo exploro temas relacionados con mi mundo personal, mi pasado y mi historia, así que diría que me expreso principalmente a través de mi obra.


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Foto: © Carlos Escriche

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Carlos Escriche. Foto: Pia Hočevar

Carlos Escriche Bea, 26 años. Teruel / @ carlitosfilm / @carlosescrichebea

Desde pequeño, Carlos se interesaba por el mundo del arte, dibujaba y diseñaba cosas. Actualmente estudia diseño gráfico pero su otro gran amor es la fotografía analógica.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la fotografía y a dónde crees que te llevará este medio en el futuro? Desde que tengo uso de razón he visto el mundo como si lo viera a través del objetivo de una cámara. Cuando iba por la calle, miraba el entorno como si tuviera una cámara delante de los ojos. El primer contacto que tuve con la fotografía analógica fue con la cámara de mis padres. La primera vez que tuve mi teléfono móvil fue una revelación. Fotografié todo lo que pude encontrar y después de eso mi interés por la fotografía creció. Después me compré mi primera cámara digital pero me aburrí de que todo el mundo hiciera las mismas fotos. Un día encontré un vídeo en YouTube que hablaba de la fotografía analógica y cuando empecé a hacer fotos analógicas me quedé alucinado con su calidad y personalidad. Lo que más me gustaba era que no sabía qué tipo de fotos hacía, y cuando finalmente las revelaba era siempre una sorpresa. En el futuro, mi sueño es trabajar como un fotógrafo analógico o en un laboratorio como Carmencita. También creo que mis dos pasiones, la fotografía y el diseño gráfico, se complementan perfectamente.

¿Hubo un momento o alguna obra de arte que te convenció para dedicarte a la fotografía? Cuando compré mi cámara analógica de segunda mano, descubrí en Valencia un laboratorio cinematográfico llamado Carmencita. Cuando lo visité por primera vez me pareció el lugar más chulo.

¿Qué características importantes de tu personalidad te definen como artista? Me encanta pasar tiempo en la naturaleza y documentar mi entorno, las plantas, los animales y el cielo. Diría que mi amor por la naturaleza es el mejor reflejo de mi personalidad. Describe las sensaciones que relacionas con la fotografía analógica. En tu opinión, ¿en qué se distingue de la fotografía digital? Sensibilidad y curiosidad. Lo que odiaba de la fotografía digital era retocar mis fotos, pero con la fotografía analógica disparo una película, me olvido de ella durante algún tiempo y, después del revelado, las fotos están completamente hechas. Creo que la fotografía analógica tiene un cierto “vibe” vintage que la gente busca actualmente.

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Foto: © Carlos Escriche

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Foto: © Carlos Escriche

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Carlos Escriche. Foto: Pia Hočevar

Cuéntame el qué, el cómo y el porqué de tu proyecto. ¿Qué emociones quieres que el espectador experimente al ver tu obra? Este proyecto viene de mi amor por la naturaleza y de que me gustan muchísimo las plantas. Lo realicé en el jardín botánico de Valencia, un lugar muy especial para mí. Es un sitio súper zen y relajante. Cuando estás allí parece que estás en otro mundo. Con este proyecto quiero transmitir la calma y tranquilidad que me dan las plantas y mostrar la belleza del sitio.

¿Qué evento o experiencia única o importante en tu vida te hizo ser quien eres hoy? Yo diría que es más bien una acumulación de personas increíbles que he conocido a lo largo de los años y que me rodean en mi vida diaria. Aprendo mucho de cada persona de mi círculo y por el camino me quedo con algo de cada persona y sus experiencias.

¿Podrías describir tu proceso mental en la construcción de un proyecto? Muchas veces sólo paseo con mi cámara analógica haciendo fotos de cosas que me llaman la atención. Tengo algunos proyectos muy claros en mi cabeza antes de disparar una foto, y sé exactamente cómo quiero que salgan.

-Nombra un animal espiritual, un carrete que te describa y tu tema favorito. Claramente mi animal espiritual es el gato. Como un gato sentado en la ventana que observa obsesivamente a los pájaros, yo puedo obsesionarme un poco con cada proyecto en el que trabajo. Mi carrete favorito de blanco y negro es Ilford HP5, es versátil y espectacular. Y el de color Kodak Ektar 100 porque saca colores brutales. Mi tema favorito es la naturaleza. ¿Qué expresas con tu trabajo fotográfico: tu mundo interior o tu entorno? Diría que me expreso capturando momentos, cosas y la naturaleza de mi entorno.


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Foto: © Claudia – Xin Chen

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Claudia – Xin Chen. Foto: Pia Hočevar

Claudia – Xin Chen, 21 años. Norte de China / @sstrapberry

Claudia está terminando sus estudios de diseño de moda. Es creativa, le gusta dibujar y le entusiasma la fotografía. Se describe a sí misma como un poco introvertida, a veces grosera, pero en general una muy buena persona una vez que la conoces.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la fotografía y a dónde crees que te llevará este medio en el futuro? Siempre me ha gustado hacer fotos de otras personas, pero durante mucho tiempo sólo con mi teléfono móvil. Este año he tomado una clase de fotografía analógica en la EASD porque creo que me complementa muy bien como diseñadora de moda. Al saber mucho sobre fotografía puedo expresarme mejor y también me ayudará en campos como el estilismo de moda, donde a menudo se trabaja con revistas creando editoriales de moda.

¿Hubo un momento o alguna obra de arte que te convenció para dedicarte a la fotografía? No fue una sola obra la que me motivó, pero aprecio mucho la fotografía de las revistas de moda. En general, me gusta mucho el estilo de los fotógrafos japoneses y chinos.

¿Qué características importantes de tu personalidad te definen como artista? Simplicidad pero con muchos detalles. Eso también se refleja en mis diseños de moda, que suelen parecer muy sencillos a primera vista. Veo mucha belleza en la simplicidad. ¿Qué evento o experiencia única o importante en tu vida te hizo ser quien eres hoy? Creo que emigrar fue lo que más me influyó. Antes vivía en un pueblo chino donde se esperaba que las chicas se quedaran ocupadas en casa. Cuando llegué a Valencia me encantó su variedad. Creo que el entorno te permite alcanzar tu verdadero yo.

Cuéntame el qué, el cómo y el porqué de tu proyecto. Mi proyecto habla de la vida cotidiana en el restaurante de mi familia. Quería abordar algo sencillo y mostrar su belleza. Siempre vemos a los trabajadores haciendo su trabajo pero nunca observamos bien. También quería animar a la gente a tener confianza en lo que hace, sea lo que sea, y mostrar que el trabajo no debería estar dividido por niveles o clases. Todos los trabajos son hermosos y te proporcionan una buena vida. También quería regalar este proyecto a mis padres, para que en el futuro puedan recordar su trabajo y su vida.

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Claudia – Xin Chen. Foto: Pia Hočevar

¿Qué emociones quieres que el espectador experimente al ver tu obra? Tal vez nostalgia y un poquito el sentirse de vuelta en casa. Mis fotos son un documento que muestra mi vida cotidiana y las personas cercanas a mí, y un recordatorio para que la gente aprecie más su entorno cercano y sus casas, y que sepa que los protagonistas de sus obras pueden ser sus padres, sus amigos… Quiero que el espectador de mis fotos tenga la sensación de que ha vuelto a casa.

¿Podrías describir tu proceso mental en la construcción de un proyecto? Creo que soy un poquito egocéntrica en el sentido de que siempre pienso en lo que yo quiero hacer, sin intentar hacer feliz a la gente. Mi proyecto existe porque yo lo quiero hacer, no porque la gente lo quiera ver. Antes de empezar un proyecto pienso en lo que me interesa en ese momento, en lo que quiero hacer y a dónde quiero llegar. Busco referencias y fuentes de inspiración. A veces basta con una frase, otras veces son imágenes. Después empiezo a hacer bocetos y a crear algo más concreto.

Describe las sensaciones que relacionas con la fotografía analógica. En tu opinión, ¿en qué se distingue de la fotografía digital? ¿Por qué crees que la fotografía analógica tiene tanto atractivo hoy en día? La fotografía analógica es única. No te permite disparar fotos sin parar ni corregirlas en la edición. Cuando hago fotos analógicas sé que al pulsar el botón no hay vuelta atrás. Así que me lo tomo mucho más en serio que la fotografía digital.

Nombra un animal espiritual y tu tema favorito. Un perezoso, porque a veces me da pereza y un gato porque son independientes y te prestarán atención sólo cuando les apetezca. En cuanto al tema… creo que sobre todo me gusta hacer reflexionar a la gente sobre mi trabajo.

¿Qué te inspira? ¿Qué expresas con tu trabajo fotográfico: tu mundo interior o tu entorno? Prefiero expresar mi personalidad a través de mi trabajo. Si no siento mi trabajo, las cosas no salen tan bien como quiero, así que siempre me escucho y me pregunto qué quiero y qué pienso, y con esa actitud mis proyectos salen como quiero.


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Proyecto: Ramonete de Francia © Jorge Berenguer

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Jorge Berenguer. Foto: Pia Hočevar

Jorge Berenguer Molinero, 39 años. Moixent / @beemejorge / jorgeberenguer.es

Jorge terminó sus estudios de arquitectura técnica, pero tras la crisis financiera de la construcción, decidió replantear su futuro y continuó su formación en fotografía, descubriendo además que le encanta el mundo de la comunicación audiovisual, el vídeo y la postproducción.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la fotografía y a dónde crees que te llevará este medio en el futuro? Todavía no puedo decir que viva de la fotografía, pero desde pequeño me ha gustado. A los 8 años me regalaron una cámara analógica y siempre me ha encantado usarla. A partir de los 24 años empecé a sentirme más atraído por la fotografía, especialmente cuando descubrí todos los sentimientos, pensamientos y emociones que puedo expresar. El futuro no lo tengo claro aún, porque me interesan tantas cosas… Ahora mismo estoy orientándome a la postproducción de vídeo y la edición digital, pero a nivel personal me interesan más los proyectos documentales.

¿Hubo un momento o alguna obra de arte que te convenció para dedicarte a la fotografía? Creo que fue una consecuencia de mis circunstancias. Elegí mis primeros estudios basado en la practicidad, pensé que sería más fácil encontrar trabajo. Pero no estaba satisfecho con la decisión que tomé, porque no me llenaba. Siempre tuve en mente que quería hacer algo relacionado con la fotografía. Al no encontrar trabajo en mi anterior ámbito laboral, decidí arriesgarme y me matriculé en fotografía. Así sentí que finalmente tomaba el camino correcto.

¿Qué características importantes de tu personalidad te definen como artista? Puedo obsesionarme con el trabajo que estoy explorando en ese momento y no sacarme el proyecto de la cabeza. Por otro lado, soy perfeccionista y no abandono un proyecto hasta que está exactamente como lo he gestionado. El perfeccionismo y la obsesión son las cualidades que más me ayudan a nivel creativo.

Describe las sensaciones que relacionas con la fotografía analógica. En tu opinión, ¿en qué se distingue de la fotografía digital? Los proyectos que hago con medios analógicos me resultan siempre mucho más profundos. El propio medio requiere más reflexión, siempre me lo pienso dos veces antes de disparar, edito más durante el proceso, porque sé el tiempo que requiere el proceso de revelado. Es mucho más difícil conseguir una buena foto con una cámara analógica y requiere tiempo y paciencia, pero la magia de ver el resultado final es muy satisfactoria.

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Proyecto: Ramonete de Francia © Jorge Berenguer

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Proyecto: Ramonete de Francia © Jorge Berenguer

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Jorge Berenguer. Foto: Pia Hočevar

Cuéntame el qué, el cómo y el porqué de tu proyecto. ¿Qué emociones quieres que el espectador experimente al ver tu obra? Generalmente mis proyectos siempre hablan de muerte, memoria, vida, el paso del tiempo y temas similares. Con “Ramonete de Francia” hablo sobre todo de la memoria y del paso de tiempo. De la importancia de conservar las imágenes y los textos escritos del pasado, porque nos ayudan recordar y descubrir cosas que no conocíamos. Quería sugerir al receptor que valore los recuerdos y mantenga una memoria de su familia, de la amistad y de las personas importantes en su vida. Que aprecie los fragmentos que cada persona deja en este mundo.

¿Por qué crees que la fotografía analógica tiene tanto atractivo hoy en día? ¿Por qué es relevante en un mundo de imágenes digitales y NFTs? Estamos saturados de imágenes, de medios audiovisuales, de series y películas y otras cosas digitales… Sin embargo, seguimos percibiendo las imágenes digitales como algo artificial e impersonal. Lo analógico es artesanal y genuino. Es un medio menos furioso, más pausado, te permite disfrutar más la fotografía.

¿Qué evento o experiencia única o importante en tu vida te hizo ser quien eres hoy? Lo que más influyó en mi expresión artística fue mi primer proyecto analógico, que habla de mi padre, que murió cuando yo era pequeño. Descubrí que a través de mi fotografía podía aliviar algunos sentimientos y recuerdos, y que dicha herramienta era útil para destapar el subconsciente.

¿Podrías describir tu proceso mental en la construcción de un proyecto? Suelo trabajar de dos maneras diferentes. Una es pensando inicialmente qué quiero conseguir y luego investigar sobre ese tema. Pero eso me resulta menos placentero que el modo inverso: primero pienso en el tema que me interesa, investigo, leo, veo documentales y me informo tanto como puedo, y luego estudio de qué modo puedo llevarlo a imágenes.

Nombra un animal espiritual, un carrete que te describa y tu tema favorito. El águila, porque tiene un punto de vista elevado y claro, muy diferente al nuestro, y además simboliza libertad, puede volar a donde quiera… Un tipo de película que me gusta mucho es Kodak Portra, por los tonos interesantes que se consiguen. El tema al que más recurro es la memoria, aunque el medio ambiente también me interesa mucho y será el tema que voy a investigar para mi tesis de graduación. ¿Qué te inspira? ¿Qué expresas con tu trabajo fotográfico: tu mundo interior o tu entorno? Cuando trabajo con medios analógicos, suelo expresar mis sentimientos en cada proyecto. Pero también me interesa la temática social y los temas de interés general.


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María Pérez. Foto: Pia Hočevar

María Pérez Herrero, 23 años. Mas de Noguera / @mariamasph / mariamas.eu 

Desde pequeña, María Mas experimentaba con la cámara de su mamá. Vive en Valencia.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la fotografía y a dónde crees que te llevará este medio en el futuro? No estoy segura de cuánto tiempo llevo haciendo fotos. Actualmente estoy terminando el cuarto y último año en la EASD. Espero que la fotografía me permita viajar, explorar diferentes culturas y que me presente muchas oportunidades diferentes. Ahora mismo no estoy especializada todavía, ¡me encanta todo! Fotografía documental, fotografía de naturaleza, me encanta hacer retratos y también moda.

Describe las sensaciones que relacionas con la fotografía analógica. En tu opinión, ¿en qué se distingue de la fotografía digital? Es un ejercicio mental. No puedes disparar 20 veces a una cosa porque sólo tienes un carrete de 36 fotos y tienes que pensar mucho cada foto. Es mas táctil, tiene más textura, provoca más sensaciones y a mí siempre me recuerda el pasado. ¿Por qué crees que la fotografía analógica tiene tanto atractivo hoy en día? Con la fotografía analógica te sumerges más en la foto, es más palpable y tienes que esperar cada foto. También tienes el hermoso momento sorpresa, cuando revelas una foto que disparaste hace meses y que habías olvidado. La fotografía digital es inmediata y suele carecer de sentimientos profundos.

¿Qué evento o experiencia única o importante en tu vida te hizo ser quien eres hoy? Creo que mi mayor influencia fue el campo, el entorno donde crecí. Por eso me tomo las cosas con calma y me fijo mucho en los detalles. La naturaleza es un tema que investigo mucho en mis proyectos. Mi familia también tuvo un rol importante en mi desarrollo artístico, porque vengo de una familia de artistas. Así que en mi casa siempre se fomentó el pensamiento y la expresión creativa.

¿Hubo un momento o alguna obra de arte que te convenció para dedicarte a la fotografía? En las vacaciones familiares siempre visitábamos galerías y museos, así que el arte siempre fue mi forma de ver las cosas. Creo que mi trayectoria fotográfica ha sido moldeada por mi crianza.

Cuéntame el qué, el cómo y el porqué de tu proyecto. Se titula “Raíces” y se inspira en las figuras mayores de mi vida, ya que fui afortunada de conocer a todos mis abuelos. Es una reflexión sobre el último capítulo de la vida, pausado y tranquilo. Las personas mayores son en este contexto un poco como los árboles en invierno: esperan pero también cuidan de los pequeños, de las generaciones más jóvenes. El tema de mi proyecto son los árboles, algunos podridos, algunos magullados, otros retorcidos o borrosos. La serie es un recordatorio de que tenemos que retribuir a las personas que nos cuidaron devolviéndoles el favor. Las imágenes tienen poco contraste, el enfoque de color está en diferentes tonos de gris. Con eso quería enfatizar el ambiente tranquilo y pausado.

¿Qué emociones quieres que el espectador experimente al ver tu obra? Belleza y nostalgia del pasado. ¿Qué características importantes de tu personalidad te definen como artista? Soy creativa, detallista y observadora. ¿Podrías describir tu proceso mental en la construcción de un proyecto? Depende del caso. Algunas veces pienso la idea, luego investigo el tema y lo ejecuto. Otras veces empiezo haciendo fotos y puede que una foto me evoque otra cosa… ese proceso es más natural y espontáneo.

Nombra un animal espiritual, un carrete que te describa y tu tema favorito. Mis animales espirituales son el oso, la orca y el narval. Mi film favorito es Fuji color C200. Mi tema favorito es la naturaleza. ¿Qué te inspira? ¿Qué expresas con tu trabajo fotográfico: tu mundo interior o tu entorno? Suelo tratar más temas de mi mundo exterior a través de la fotografía documental. Pero muchas veces me baso en mi mundo personal, hablo de mi familia y de mi historia. También me interesa mucho explorar temas actuales a través de la fotografía activista.

María Pérez. Foto: Pia Hočevar

María Pérez. Foto: Pia Hočevar

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“Raíces” © María Pérez

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