La Fundación DIDAC (Santiago de Compostela) presenta FLAMINGLOVEANDDESTINY de Markus Linnenbrink una instalación pictórica la que juega con las condiciones físicas del espacio para ocupar su totalidad, convirtiéndolo en una pintura habitable que impulsa al espectador a mirar hacia varias direcciones y sumergirse en la emoción plástica.
La pintura de Markus Linnenbrink (Dortmund, Alemania, 1961) genera una compleja atmósfera en la que el espacio arquitectónico se asocia con el proceso pictórico y cromático, conformando una experiencia sensorial expandida. En muchas de sus instalaciones, las líneas advierten sutiles geometrías que aportan precisión y profundidad, confrontándose con meditados goteos en un interesante equilibrio entre lo espontáneo y lo racional.
FLAMINGLOVEANDDESTINY de Markus Linnenbrink © Fundación DIDAC
FLAMINGLOVEANDDESTINY de Markus Linnenbrink © Fundación DIDAC
La fijación por el color, en una gama que prima los complementarios, provoca una potente fisicidad que deja fuera de juego al cubo blanco para multiplicar sus aristas dotándolo de brillo y luz. Sin romper el patrón formal, el artista nos sumerge en una suerte de juego de espejos donde se trastoca la noción espacial, interpelada ahora por sus múltiples líneas en fuga.
En esta instalación, la pintura supera el plano vertical para deslizarse entre el techo y el suelo, imponiendo un compás dinámico y casi frenético, cercano a la psicodelia. Si la retícula configurada por las líneas otorga orden al conjunto, el derramamiento de la pintura indica su carácter fluido, nos aproxima al gesto y al proceso. Sugiere, en cierto modo, la acción de pintar como un ejercicio de capas, revisiones y cadencias acompasadas entre los propios ritmos cotidianos.
FLAMINGLOVEANDDESTINY de Markus Linnenbrink © Fundación DIDAC
FLAMINGLOVEANDDESTINY de Markus Linnenbrink © Fundación DIDAC