DAVID KLAMEN / TROFEOS DE VIDA

La galería GREY Chicago presenta “Life Trophies” de David Klamen, una serie de doce trofeos vitales en forma de escultura cerámica. Una acumulación de fragmentos del pasado que devuelven a la realidad física recuerdos personales ya olvidados. Más conocido por sus pinturas hiperrealistas semióticamente complejas, David Klamen comenzó sus Life Trophies en 2016 como una serie de bocetos experimentales. “Inicialmente los concebí como montañas de elementos que hacen referencia a nuestra historia enterrada por experiencias y recuerdos”, explica Klamen. “En la parte superior hay un elemento que conmemora este momento presente”.

Klamen se deja llevar por el azar y la improvisación, una desviación de su proceso de pintura cuidadoso y controlado, Klamen selecciona los moldes finales para cada escultura sin conocer de antemano sus formas interiores. Utilizando el método de fundición con barbotina, Klamen llena cada molde con barbotina de arcilla. Después de que la arcilla se seque y los moldes se abran uno por uno, solo entonces Klamen podrá ver el objeto fundido por primera vez. “Hago todo lo posible durante gran parte del proceso para asegurarme de no concentrarme en cuáles son las formas”, explica Klamen. “No miramos dentro de los moldes hasta que los abrimos y descubrimos lo que fue grabado por la arcilla. Son una sorpresa para mí de principio a fin”.

David Klamen Sin título, 2021–22 Óxido de cromo sobre gres esmaltado

“Life Trophies” de David Klamen. © GREY Chicago

En cada uno de los Life Trophies de Klamen, los objetos se organizan en capas que recuerdan a las innumerables experiencias, ambiciones, fracasos y recuerdos confusos que constituyen el sentido de uno mismo. Los fragmentos de Klamen construyen una estructura moldeada por la gravedad, el azar y la naturaleza de la cerámica como medio. Juntos, revelan relaciones contingentes, emparejamientos inesperados y los ecos de creaciones pasadas enterradas. “[Estas obras] son compilaciones de las experiencias de la vida, compuestas en parte por la constante acumulación y exposición a cosas”, describe Klamen. “Una colección de recuerdos, intentos fallidos, ambiciones pasadas y chismes, rematados con un momento presente de optimismo y esperanza. Un mundo visual complicado que se revela lentamente, pidiéndonos que reflexionemos sobre nuestras experiencias y que celebremos la perplejidad de conocernos a nosotros mismos”.