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ORBIS VACUI: CULTURA, DIVERSIÓN Y APRENDIZAJE


“Sin cultura y arte no hay diversión y aprendizaje”. Esta fue la primera frase que leí sobre Orbis Vacui, frase en sí muy pegadiza, pero también, bastante certera. ¿Qué habríamos hecho en el transcurso del confinamiento sin el consuelo de la música, el cine o el placer de la lectura? Incluso, ¿qué sería de nuestra vida cotidiana sin resquicio alguno de cultura o arte? Nada bueno, te lo aseguro. Por lo tanto, además de emplear un pareado para exponer una verdad innegable, es por ende, el mejor resumen de lo que viene a ser Orbis Vacui; un proyecto de difusión cultural, en busca del desarrollo e impulso de artistas emergentes.

Juan de Dios Hernández o Juan de -como prefiere que le llamen-, es fundador y coordinador de Orbis. Historiador de Arte por la Universitat de València y artista visual afincado en la fotografía, quien en el inicio del año 2020 -el preludio antes del archiconocido Covid- sentaría las bases de Orbis Vacui. “Básicamente se gestó en confinamiento y nació en pandemia”, añade. Pero realmente, lo correcto es referirse a la totalidad de un grupo como alma y cuerpo de Orbis Vacui. “Somos trece, entonces cada uno está especializado en una rama. Somos Ana, Elsa, Evarist, Roberto, Mendieta, Heda, Clara, Carmina, Guillem, Elvira, Manel, Celia y yo dirigiendo”, completa Juan de.

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Orbis Vacui, © Rubén Monteagudo

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Orbis Vacui, © Clara Niclós

Orbis Vacui, © Rubén Monteagudo

Orbis Vacui, © Rubén Monteagudo

También, al hablar de Orbis Vacui (Mundo de Vacio, traducido al latín) resulta interesante aludir a su nombre.“Orbis’, partió del libro Orbis Sensualium Pictus (El mundo en imágenes en latín) de Juan Amos Comenio, uno de los primeros diccionarios ilustrados. Y nada. Rescaté la palabra y le añadí el apellido de ‘vacui’, referente al horror vacui; miedo típico al vacío Barroco”, detalla. Incluso pareciera entrever cierto guiño al “aprendizaje” analizando su procedencia, pero como confiesa Juan de; “orbis’ fue elegida un poco al ‘tun-tun”. Aún así -y con azar de por medio-, las bases sobre las que nació Orbis Vacui no resultan ir tan desencaminadas a esa idea. “Sigue la línea de Élie Faure . El concepto de Obra de Arte de Total, que habla sobre el trabajo de Wagner; la multidisciplinariedad, tocando el teatro griego que tenía la intención de aunar diferentes disciplinas artísticas. Partiendo de estas ideas empecé el proyecto, ayudando hacer eventos que imitasen un poco a las óperas y la mitología wagneriana con fundamentos de resilencias entre disciplinas. Esa es la idea filosófica, luego se fueron añadiendo nuevos conceptos; la integración laboral, la proyección de emergentes”, resume Juan de.

Es justo esa “resilencias entre disciplinas” lo característico de sus eventos; los ciclos THEA en el Café Rivalto (teatro, charlas, “tardeo de comedia”) o los MOVs Conciertos (una conjunción de artes plásticas, performance y música) en el Veles e Vents. Eventos que en definitiva invitan al aprendizaje en comunidad. “Suele pasar que un artista actue de forma hermética y se centre en su trabajo, sin conocimiento alguno de aquello qué puede ofrecer otra disciplina. Al final, el poder aplicar todas estas ideas juntas en las artes es tan importante como necesario”. Todo, aludiendo a un mismo fin: “Crear una red con todos los artistas actualmente de Valencia, y de público. Alguien que venga a un evento de Orbis Vacui puede descubrir otra disciplina artística desconocida y que le pueda apasionar”, comenta Juan de. Siendo en este punto, cuando las redes sociales son la pieza clave que conjugan esa “red” de artistas-público, sobre todo para proyectos independientes como Orbis. “Trabajamos principalmente por instagram buscando artistas, uno lleva a otro. Elsa por ejemplo es la coordinadora de RRHH y dirige la disciplina de escénicas, literatura y danza. También mediante contactos y artistas que se presentan, un poco en esa línea vamos encontrando personas y espacios nuevos.” Y como todo pilar, estas tienen la potestad de alzar o tumbar un proyecto. “Teníamos una cuenta de Instagram allá por octubre, y la propia red nos la bloqueó; perdimos al público, a los artistas, todo lo que habíamos hecho. Cuando se pierden las redes sociales es muy complicado sacar un proyecto de calibre, y más enfocado a un público joven”, recalca Juan de. Pero de igual forma -baches en el camino incluidos-, Orbis mira adelante con una agenda de eventos y aspiraciones que no deja de crecer. “Queremos llevar Orbis Vacui a Madrid y Barcelona, e intentar trabajar con artistas de mayor renombre sin olvidar nunca a los emergentes. Intentar dar esos pequeños empujones con cabezas de cartel y llegar a espacios nuevos con el respaldo de alguna marca. Tanto consolidar el proyecto, como poder pagar de mejor manera”.

Un recalco por parte de Juan de, que señala las dificultades por las que todo emprendedor y artista -en toda etapa vital de un proyecto- vive en su propia piel; la falta de respaldo de instituciones y marcas. “Es una cosa que se sigue viendo muy ‘chiquitín’, pero estamos empezando a tener un nombre en Valencia y nos conocen en muchos espacios, pero aún así, es difícil ser escuchados sin el respaldo de una marca”. Seamos claros, este hecho no resulta aislado, la cultura es un sector que siempre oscila en la fina línea de la inestabilidad, y donde Juan de como coordinador de Orbis Vacui combate diariamente. “La cultura es precaria. Efectivamente, es una realidad. Yo trabajo de camarero y muchas veces financio el proyecto con el dinero que gano. Los artistas intentamos pagar de la mejor manera, pero llega un punto que debemos de hacer un poco de caja para invertir, pagar de mejor manera y crecer exponencialmente”. Alusiones y peticiones que todo emprendedor conoce. “Las instituciones privadas y públicas lo intentan, a mi parecer con mala pata muchas veces, pero lo intentan. Tienes diversas convocatorias y toman oportunidades, pero es muy difícil conseguir entrar en ellas, acaban ganando grupos más grandes o proyectos consolidados. Los proyectos emergentes terminan teniendo difícil acceso a estas vías que ofrecen las instituciones. Nosotros lo intentamos por todos los medios, pero nos cuesta mucho más de lo que puede parecer”.

Es en este punto a través de las vivencias relatadas por Juan de, cuando apreciamos las vicisitudes que conlleva un proyecto de tal calibre. Una conversación de corta duración, pero en sí, cargada de palabras llenas de ambición, preocupaciones, y sobre todo, del firme deseo aspiracional que tal día de 2020 comenzó este proyecto de difusión cultural. Un deseo de revitalizar un medio tan castigado pero a la vez esencia de todo .Porque al final, la riqueza de la cultura no reside en un único concepto, sino en la suma de todas sus cualidades. “La cultura es ese medio para qué se nos escuche. La juventud tiene mucho que decir, y estos proyectos son la vía para que reivindiquen sus ideas”.

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Orbis Vacui, © Rubén Monteagudo

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Orbis Vacui, © Rubén Monteagudo

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