Gabinete de dibujos (Valencia) presenta la exposición “Las plantas perdidas” de Ernesto Casero, con la que concluye lo que podría considerarse una “trilogía clorofílica”. Tres planteamientos, a modo de alegato, bien distintos sobre un mismo tema, en los que el mundo vegetal aparece como fuente de inspiración, motivo de reflexión, repositorio de imágenes fragmentadas, ayuda espiritual y tema de denuncia y razón para el activismo.
Las plantas perdidas -entre una elegía y una llamada de atención- reúne dibujos de plantas extintas que su autor, Ernesto Casero, ha elegido de una lista de 163. El artista nos obliga a reconocer, como un Mea máxima culpa naturalista, que la humanidad es la causa, por haber provocado pérdida de hábitats mediante su compulsiva construcción/destrucción y su agitado cóctel de especies foráneas repartidas por todo el mundo.