El Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, C3A, (Córdoba) con la colaboración de la Fundación TBA21 presenta “Abundant Futures in Troubled Times” una muestra que entrelaza las voces de artistas de diferentes generaciones y múltiples geografías en un intento de imaginar futuros ecológicos a través del prisma de la abundancia y la plenitud.
Imagina un mundo de abundancia. Probablemente sería exuberante, pleno y ancestral. Una topografía de conexiones, redes y vínculos, un sistema de relaciones. La abundancia nos arraiga en el mundo a través de la plenitud, la productividad y la pluralidad, no solo referidas a los humanos sino a otras formas de vida y entidades generadoras de vida. Reconocemos hasta qué punto la vida humana está entretejida con la de los no humanos, y el modo en que nuestra capacidad de formar comunidades depende de los y las que participan en ellas. Las sensibilidades surgidas de la abundancia abrazan todas las formas de inspiración y cultivan una ética de la alegría comprometida con el arte de la convivencia. Sientan las bases para comenzar de nuevo y generan un espacio donde la diferencia y la creatividad proyectan nuevos seres y elementos al mundo.

Cerith Wyn Evans, “A Community Predicated on the Basic Fact Nothing Really Matters”, 2013. “Una comunidad aleccionada sobre la verdad básica de que nada importa” (2013), que podemos ver en la exposición “Futuros abundantes”, del C3A, alude a las representaciones del bosón de Higgs y al diagrama de la estructura química del LSD sintetizado por Albert Hofmann. La existencia de esta partícula revistió tanta importancia que condujo a una búsqueda durante más de cuarenta años y, en última instancia, a la construcción del acelerador de partículas CERN. Finalmente fue confirmada de forma tentativa el 4 de julio de 2012. Foto: Rafael Suarez

Patricia Domínguez. “Gaiaguardianxs” Foto: Fernando Sendra

Patricia Domínguez. “LaBalada” Foto: Fernando Sendra

“Dacre” (2013), de Sarah Lucas. Una escultura que podéis disfrutar en la exposición “Futuros abundantes”, en el C3A, y que forma parte de un conjunto de seis que están basadas en una serie anterior de obras, «NUDS» (2009–), en el que medias rellenas de fibras de kapok adoptan ambiguas formas biomórficas de metal con tonos dorados. Foto: Rafael Suarez

Vista de la instalación de Pipilotti Rist. En su trabajo con el vídeo, el sonido y la instalación, la artista suiza Pipilotti Rist crea desde mediados de los años ochenta composiciones de una belleza sobrecogedora que indagan en las relaciones entre el entorno natural, el cuerpo y los paisajes psicológicos. Esta obra evoca un estado liminal cercano al trance, a través de la proyección de secuencias de vídeo fragmentadas y rotatorias sobre un conjunto de anticuadas cortinas de encaje colgadas a diferentes alturas, así como en el suelo y los muros del espacio expositivo. Esta fluidez ambiental es el resultado de una proyección que hace que las imágenes se muevan en sentido circular como complemento a una proyección fija. Foto: Fernando Sendra

Desde la perspectiva feminista de Rist, estas potentes impresiones sensuales aspiran a provocar una sensación de intimidad, fragilidad y afecto, y también el deseo de una rebelión gozosa. Foto: Fernando Sendra
Futuros abundantes invita a concebir la construcción del mundo y sus futuros ecológicos desde las premisas de la abundancia y la plenitud. Plantea un diálogo entre visiones y propuestas artísticas de la colección TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary en torno a la multiplicidad de mundos en los que cohabitan humanos y no humanos: un mundo donde caben muchos mundos. En esta amplia selección de obras de la colección TBA21 están representadas distintas generaciones de artistas, procedentes de geografías muy diversas. La exposición cartografía trayectorias ignotas y traza nuevos caminos para concebir relaciones vitales regenerativas que desemboquen en formas de convivir en la abundancia. Durante los meses en que la exposición permanezca abierta al público su propia forma mutará: algunas obras serán sustituidas por otras y nuevas incorporaciones enriquecerán el recorrido.
La muestra, comisariada por Daniela Zyman, celebra 20 años de práctica de encargos artísticos de TBA21, una colección que cuenta con las obras de Pipilotti Rist, Patricia Domínguez, Olafur Eliasson, Rivane Neuenschwander, Tomás Saraceno y Teresa Solar ingresan al vívido camino de la exposición, uniéndose a artistas como Ai Weiwei, Allora & Calzadilla, Dana Awartani, Abraham Cruzvillegas, Elena Damiani , Helen Mayer Harrison & Newton Harrison, Mathilde ter Heijne, Camille Henrot, Ann Veronica Janssens, Miler Lagos, Matthew Lutz-Kinoy, Regina de Miguel, Beatriz Milhazes, Ernesto Neto, Olaf Nicolai, Plata con Semillas Silvestres I Belén Rodríguez I Víctor Barrios , Diana Policarpo, Naufus Ramírez-Figueroa, Matthew Ritchie, Thomas Ruff, Simon Starling, Daniel Steegmann Mangrané, Thomas Struth, Rirkrit Tiravanija, Janaina Tschäpe and Cerith Wyn Evans.

Teresa Solar “Tuneladora” “Abundant Futures in Troubled Times”

Regina de Miguel. Abrazo simbionte, 2022 Acuarela, gouache y lápiz sobre papel Un encargo de TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary para Futuros abundantes

Naufus Ramírez-Figueroa, “Los huertos de los ch’olti”, 2020. Foto: Rafael Suarez.

Asunción Molinos Gordo ¡Cuánto río allá arriba!, 2021 Cerámica glaseada, hierro. Combinando escultura y cerámica artesanal tradicional, la artista explora los variados usos y la magistral ingenuidad de la alfarería destinada a conservar y transportar agua, mostrando las dinámicas y los juegos de poder que regulan el acceso a las fuentes de un elemento tan preciado. Las piezas, producidas en colaboración con talleres de Manises (España), replican formas usadas durante siglos en la cuenca mediterránea. Los “collages” cerámicos reviven fragmentos de distintas épocas, como la dinastía Nazarí, o formas usadas históricamente, como botijos de engaño o cántaros de novia, un símbolo de abundancia y celebración comunitaria. Foto: Rafael Suarez.

Heimo Zobernig Sin título, 2019 Acrílico sobre lienzo 200 x 200,5 cm + Ernesto Neto Esqueleto Glóbulos, 2001 Tejido de poliamida, pellets de espuma de poliestireno, arena 450 x 400 x 1.400 cm. Foto: Rafael Suarez.

Matthew Lutz-Kinoy en la exposición “Futuros abundantes” del #C3A. El título, “Esplendores arrojados a la tierra”, procede de un verso del poema “Atlantis” del escritor estadounidense de posguerra Robert Duncan. En este lienzo de gran formato, un elemento curvado domina la superficie atravesada por majestuosas pinceladas de pintura acrílica. La curvatura apunta a un mundo que está cambiando de forma y a los flujos como posibilidades de creación e invención. Foto: Rafael Suarez.

Claudia Comte Objeto escultura 52: el gusano, 2017 Madera de abeto sin corteza y quemado, ébano. Claudia Comte El hacha, 2018 Madera de abeto sin corteza y quemado, mármol. Claudia Comte La botella, 2018 Madera de abeto sin corteza y quemado, bronce. Tres enormes troncos de abetos suspendidos del techo. Cada árbol alberga un relicario tallado que custodia una escultura delicadamente ejecutada: un gusano de madera, un hacha de mármol y una botella de bronce. En “Objeto escultura 52: el gusano”, Comte juega con la forma serpenteante obtenida a través de la talla, el modelado y el pulido del ébano, una madera ornamental muy valiosa caracterizada por su acabado brillante en negro. “El hacha” encapsula la expresividad de este utensilio empleado para diseccionar la madera en trozos fáciles de trabajar. “La botella” habla del valor económico, los residuos generados por los humanos y la generalización de lo desechable. Al mismo tiempo que recuerda una historia de artesanía, habilidad y maestría técnica, la obra de Comte también está impregnada de urgencia medioambiental. Foto: Rafael Suarez.