Triennale Milano y Fondation Cartier presentan “La vita moderna”, una importante muestra dedicada al fotógrafo y cineasta francés Raymond Depardon. Comisariada por Hervé Chandès, cuenta con la colaboración del artista Jean-Michel Alberola. La exposición que ocupa más de 1300 m2 ha sido diseñada por Théa Alberola.
Trescientas fotografías y dos películas que muestran un viaje alrededor del mundo, un recorrido que pasa de la ciudad al campo, dando voz a sus habitantes y con una mirada humanista sobre el mundo. Raymond Depardon ha dedicado gran parte de su vida y carrera a dar voz a quienes no la tienen, mostrando cada paisaje como el lugar de una experiencia humana a través de su lente.
La exposición, reúne ocho series fotográficas, dos películas y sus libros. El recorrido nos lanza preguntas que todo artista se hace algún día, como qué temas exigen el color y cuáles el blanco y negro; cómo se pueden evocar en una imagen las transformaciones de un paisaje; o dónde debe colocarse el fotógrafo y cuál es la distancia ideal del sujeto, entre muchas otras.
Italia ocupa un lugar particular y recurrente en las geografías de los márgenes del mundo que caracterizan su obra, como Piemonte (2001). Y aunque sea conocido como el fotógrafo del Sur, el Mediterráneo, los desiertos y África, Depardon también admite sentirse atraído por el Norte y su luz. El fotógrafo ha estado en infinidad de localidades. Glasgow, donde fotografió a los niños, los reyes de la calle, los vagabundos y las peleas; Nueva York para las atrevidas tomas de la serie “Manhattan Out” (1980) que evocan la soledad urbana y la indiferencia individualista; o varias veces a Francia para “La France” (2004-2010) donde muestra la Francia ordinaria y cotidiana, la de las plazas y bares de las oficinas de correos y las gasolineras, y “Rural” (1990-2000), expuesta por primera vez, en la que recorre el campo, conoce a los agricultores, habla de la tierra y de los hombres que la cultivan.