Entre el final de los años 40 y hasta el final de los años 50 del pasado siglo, Eero Saarinen diseñó muchas de las piezas de la compañía Knoll, Iconos del diseño entre las que se encuentra una de las más reconocibles, la colección de sillas y mesas Tulip. Todos ellos producidos en serie mediante procesos industriales, pero utilizados de manera elegante, con ellos contribuyó a crear el universo y la identidad actual de Knoll. Cada detalle subraya su visión única: la selección del mármol para las encimeras, la exclusivas propuestas de color de los tejidos ó el perfil inconfundible de la colección Pedestal.
Eero Saarinen fue uno de los grandes diseñadores del siglo XX. Parte de su éxito se debió a su asombrosa habilidad para fusionar diferentes elementos en un todo: escultura, diseño y arquitectura, presente y futuro, Europa y América, organicismo y abstracción. Nacido en Finlandia, hijo del arquitecto Eliel Saarinen y de la escultora y diseñadora textil Loja Gesellius, Eero se formó en Estados Unidos en la Cranbrook School antes de completar sus estudios en Europa y su formación arquitectónica en la Universidad de Yale. En Cranbrook, Saarinen conoció a Florence Knoll, quien en ese momento era una joven protegida prometedora de Eliel Saarinen. Cuando Florence se unió a Knoll en la década de 1940, invitó a Eero a diseñar para la empresa. Saarinen pasó a diseñar muchas de las piezas más reconocibles de Knoll. Además de estos logros, Saarinen se convirtió en líder de los modernistas de segunda generación. Entre sus proyectos destacados se encuentran el Aeropuerto Internacional Dulles en Washington, DC, el Gateway Arch en St. Louis, el Edificio CBS de Nueva York y la Terminal TWA en el Aeropuerto Internacional Kennedy.
UNA CIUDAD ANTIGUA Y UNA TRADICIÓN MODERNA
“Diseñar es crear un plano y las indicaciones para la construcción de un edificio, un objeto, un sistema o una actividad. Para diseñar algo bien, el diseñador debe crear algo innovador, útil, simple, honesto, comprensible, seguro para el medio ambiente, duradero, estético, sin pretensiones y minucioso hasta el último detalle. Se debe tener el mismo cuidado durante la fase de diseño durante la construcción o fabricación, si no se quiere estropear el resultado final. Durante unos breves y maravillosos días, con Demetrio Apolloni, presidente de Knoll Europa, y su magnífico equipo, recorrí los trabajos de fabricación de Knoll en Foligno y la fábrica de mármol cercana para observar con atención cada detalle, las innovaciones respetuosas y sus minuciosos procesos de fabricación. Su diseño y el cuidado meticuloso en la creación de las piezas que mejoran nuestra calidad de vida. Knoll, en todas sus actividades, sigue apostando por el diseño contemporáneo, con un alta exigencia en la calidad, así como todos los procesos y acciones que conectan innovación, negocio y vida”. –Susan Saarinen. Hija de Eero Saarinen