Con diferentes áreas dedicadas al cine, conciertos, actividades culturales y gastronomía, los promotores de “El Imparcial” inauguran SALA EQUIS, un gran multiespacio de más de 700 metros cuadrados que arranca con el propósito de rescatar el uso de la cultura y el ocio del antiguo cine Alba de Madrid. Construido durante la II República, se mantuvo hasta hace poco como el último cine porno de la capital, y guarda entre sus paredes parte de la historia del S.XX. El espíritu de “plaza en fiestas” y una programación cultural y cinematográfica configura un nuevo eje de ocio cultural en la ciudad.
Madrid es una ciudad inagotable en la creación de grandes historias. Sala Equis nace con el objetivo de incorporarse a la creación de muchas de ellas como promotor y agitador cultural a través de ciclos de cine durante todo el año, conciertos acústicos y diferentes formatos de representación escénica. Un punto de encuentro cultural y social de referencia en sus distintas áreas.
Con su apertura se cumple el sueño del equipo responsable del espacio El Imparcial que, desde un primer momento y gracias a la gran acogida del público, tuvo en mente rehabilitar el gran edificio histórico anexo de los cines Alba para dotarlo de nueva vida y recuperar su uso cultural y de ocio (y de paso rescatarlo de la amenaza de las grandes superficies alimentarias o los gigantes grupos textiles). El propósito era claro: crear un espacio de colectividad y de ocio no convencional que diera respuesta a los usos y costumbres del S. XXI. Nuevas rutinas y consumo cinematográfico con propuestas en forma de ciclos temáticos, encuentros de discusión y propuestas escenográficas ad hoc para Sala Equis. En resumen, devolver un espacio tradicional de ocio y cultura a la gente.
Un edificio con historia y con vocación de resistencia: de redacción de un periódico a Sala X. El edificio es un palacete que entre los años 1913 y 1933 albergó la redacción del diario El Imparcial, y que deja entrever aún hoy en sus paredes y techos el aliento artístico e intelectual de aquel Madrid. En su redacción se elaboraban “Los Lunes de El Imparcial”, el suplemento cultural en lengua española más importante de la época y donde colaboraban asiduamente los grandes nombres de la generación del 98 (Unamuno, Azorín, Baroja, entre otros). Sin embargo, el periódico sufrió los vaivenes de la época y apenas sobrevivió a los tumultuosos acontecimientos de la España del primer tercio del siglo XX. En el año 1933 el diario cerró, y en su patio se edificó el cine Alba. En los años 80, el cine Alba pasó a ser una Sala X, de las últimas que quedaría abiertas en Madrid. Este cine ha sobrevivido milagrosamente a sucesivos intentos de demolición, gracias al empeño de la familia propietaria, quienes han defendido su valor cultural y desde siempre han tenido en consideración el potencial de ese espacio como centro cultural.
Con Sala Equis cristaliza así la voluntad de conservación de un espacio único en el centro de Madrid, tanto por parte de los responsables de El Imparcial como de la familia propietaria.