Levantar una pirámide gigante que sirva de “tumba a toda la humanidad”. A Erik Niedling le gustaría ser enterrado en Pyramid Mountain, la tumba más alta que el escritor Ingo Niermann pudo concebir. 200 metros de altura o lo que es lo mismo, cinco millones de bloques de cemento para otras tantas urnas funerarias y se podría ver incluso desde el espacio. Este proyecto forma parte de un documental, donde Niedling experimenta no como una víctima de la evolución, sino más bien como un “propietario” en el sentido Stirnerian de la palabra. La exposición se muestra como en un walk-in-closet para hacer hincapié en el carácter transitorio de la obra, hasta convertirse finalmente en parte de la Pyramid Moountain. Hasta el 23 de Abril en Exile Gallery (Berlín).
Published on 8 abril, 2013